domingo, 4 de mayo de 2014

Mayor felicidad, Mayor productividad.

Mayor felicidad, Mayor productividad.

La investigación sobre la felicidad se ha convertido en los últimos 20 años en un tema sobresaliente. Preguntas como las siguientes se encuentran actualmente en la cima de las cuestiones de la psicología, la educación, la economía, la sociología, la neurociencia y el comportamiento organizacional: ¿qué hace feliz a un ser humano? O bien: ¿cómo podemos incrementar nuestro grado de felicidad?
“The How of Happiness”, Sonja Lyubomirsky, nos entrega datos que resultan sorprendentes: 50% de nuestra felicidad se encuentra determinada por factores genéticos y las características innatas de las personas y un 10% es el resultado de nuestras circunstancias. Por lo tanto, el hecho nos encontremos casado o soltero, nos hayamos ganado la lotería o no, y más sorprendentemente, estemos sanos o enfermos, sólo afectará su grado de felicidad en un diez por ciento. Sin embargo, no importando en qué grado de felicidad se encuentre ahora, tenemos  el 40% de posibilidades de incrementar su grado de felicidad llevando a cabo acciones específicas.
¿Cuáles pueden ser esas acciones que nos ayuden a aumentar nuestra felicidad?
Una muy sencilla y que podemos poner en práctica fácilmente, es expresar agradecimiento a las personas que nos han apoyado en la vida. Esta acción no sólo ofrece satisfacción y agrado, sino que además brinda alegría a la persona que la recibe. ¿No cree usted, que una de las cosas que nos hacen más felices es brindar alegría a otros?
Gretchen Rubin dedicó todo un año de su vida a realizar investigaciones sobre cómo ser más feliz. Podemos conocer su experiencia al leer su libro “Objetivo: Felicidad”. La autora describe cómo cada mes se proponía llevar a cabo acciones que tenían como fin aumentar su felicidad. Ella sugiere las siguientes, entre otras: “Alegre esa cara, considérese feliz, acuérdese de amar, haga lo que le apasiona, dedique tiempo a los amigos, tome la diversión en serio, etc.”.
Para incrementar nuestro nivel de felicidad debemos poner mucha atención a los mensajes que damos a nuestra mente. Si  hacemos un esfuerzo voluntario por ver las cosas positivas de la vida pondrá nuestro cerebro en el estado adecuado para atraer las emociones positivas. Por ejemplo, el hecho de que lea este artículo significa que está vivo y que puede leer. Ahora detengamos un momento en la lectura y concéntrenoslos  en nuestro alrededor: observe el cielo o una flor, mire el rostro de alguien que ama, saboree un dulce o una taza de café y empiece a adiestrar su mente y sus sentidos a disfrutar el presente.
Ahora bien, en el campo organizacional existen evidencias cada vez más comprobables entre la relación que guarda el grado de felicidad del personal con los resultados que logran; es decir, a mayor felicidad, mayor productividad. Por supuesto que habrá personas que cuestionen esta afirmación poniendo como ejemplo que en situaciones de presión o tensión pueden surgir mejores ideas o que las personas se esforzarán más para encontrar soluciones en épocas de crisis. Si bien esto puede ser así, debemos recordar que si los periodos de tensión se mantienen durante largos lapsos provocarán estrés. 
El de tipo negativo, también llamado distrés, puede crear incapacidad física o mental y terminar en el síndrome de “burnout” o desgaste profesional. También conocido como el síndrome del profesionista quemado, se caracteriza por un claro detrimento de la capacidad de trabajo así como por problemas de salud tales como dolores de cabeza, insomnio, úlcera, colitis, fatiga crónica y problemas de comportamiento, entre los que podemos resaltar ausentismo laboral, irritabilidad y depresión, entre otros.
La revista Harvard Business reportó, como resultado de una investigación, que una fuerza de trabajo más próspera refleja un rendimiento total superior al 16% y que los trabajadores declararon que se sentían 125% menos agotados, 32% más comprometidos y 46% más satisfechos con sus trabajos. ¿Se puede imaginar lo que una fuerza de trabajo más feliz puede hacer por su empresa?
Para aumentar este grado de felicidad entre sus empleados es importante brindarles capacitación frecuente, ya que seguir aprendiendo es para los seres humanos una fuente de autorrealización y mantenerse activos proporciona satisfacción. Es importante que sus colaboradores reciban reconocimiento por parte de usted, es decir demostrarles que su trabajo es importante y que con sus acciones pueden hacer la diferencia. Un tipo de liderazgo que permita la participación de los empleados en la toma de decisiones incrementará su compromiso y su identidad con la empresa. Si usted logra modificar las políticas de su organización para otorgar “empoderamiento”, el clima organizacional mejorará y con ello la productividad. Jack Welch lo resumía de esta manera: “Todo se relaciona con las personas; se trata de escoger a los mejores, se trata de motivar a los mejores, se trata de recompensar a los mejores en el alma y en el bolsillo.”